Los comerciantes enfrentan riesgos que amenazan su estabilidad, desde incendios y robos hasta fenómenos climáticos. Un seguro Integral de Comercio puede ser fundamental para respaldar el patrimonio del negocio y garantizar su continuidad, también en épocas de crisis.
En lo cotidiano de un negocio, los comerciantes por lo general están atentos a atender las urgencias del día a día: mejorar sus productos, atender clientes o lidiar con proveedores. Pero existen imprevistos que pueden cambiar el panorama de un minuto a otro; un incendio, un corte de energía o incluso un huracán pueden alterar el funcionamiento de cualquier local. Sin ir más lejos, hace pocos días las noticias mostraron cómo una tradicional fiambrería del barrio de Chacarita quedó destrozada luego de que un conductor se incrustara con su auto en el frente del local.
Puede sonar antipático, pero a veces la Ley de Murphy que dice que "si algo puede salir mal, saldrá mal" se cumple y deja a su paso muchos dolores de cabeza para los comerciantes. En un país con poca cultura aseguradora como la Argentina, muchos consideran que frente a este destino no queda otra actitud que la resignación. Sin embargo, hay una buena noticia: hoy en día existen seguros a los que los negocios pueden acceder, incluso para comercios pequeños.
Se trata del
Seguro Integral de Comercio, que es mucho más que una simple póliza; es la clave para asegurar el patrimonio de un negocio y su futuro, y más aún en el contexto de incertidumbre económica actual. Si bien esta protección no es obligatoria, resulta fundamental para los comerciantes que buscan mitigar el impacto de los incidentes comunes y no tan comunes.
Dentro de este rubro, aún falta mucha conciencia por parte de los comerciantes de las implicancias de no contar con una cobertura de este estilo. Sin embargo, se están dando pasos en el país. Por ejemplo, en el último año las pólizas por incendio emitidas crecieron un 11,6% (llegaron a las 495.310) y las referidas a Responsabilidad Civil se incrementaron un 4,6% (se emitieron 753.796), según informó la Superintendencia de Seguros de la Nación. Así, se pagaron 15.139 siniestros ocasionados por incendio y 30.110 por Responsabilidad Civil (un 17,5% y 17,8% más que el año pasado, respectivamente).
Los locales comerciales están expuestos a una serie de riesgos con alta frecuencia e impacto. Entre los problemas más habituales se pueden mencionar a los incendios provocados por sobrecarga de tensión durante picos de consumo, una situación que los comerciantes enfrentan especialmente en épocas de alta demanda energética. A estos se suman riesgos de origen climático, que van desde granizo hasta huracanes –un ejemplo de ello fue la intensa tormenta que afectó a Bahía Blanca y llegó hasta la Ciudad de Buenos Aires en diciembre del año pasado–. Incluso, los robos son una amenaza que preocupa a los dueños.
Eventos de estas características pueden poner en jaque a un comercio, no solo por los costos que implica una reparación o reponer mercadería de un local, sino por los beneficios que se dejan de percibir durante ese momento, si el comercio debe cerrar sus puertas por unos días.
Para estar preparados, los expertos recomiendan contratar un
Seguro Integral de Comercio, que es más amplio de lo que comúnmente se espera. "
La cobertura básica de Incendios, por ejemplo, no solo contempla el fuego, sino también otros factores como rayos, explosiones, impactos de vehículos, e incluso daños provocados por humo", explicó
Mariela Gallotti, gerente Comercial de Riesgos Patrimoniales de National Brokers.
¿Qué hacer para proteger mi comercio?
En caso de siniestro, contar con un seguro propio permite una respuesta rápida y confiable sin depender de terceros, lo cual es esencial para los comerciantes que buscan asegurar la continuidad de su negocio. "
La modalidad más rápida para reponer el daño y seguir operando es tener tu propio seguro Integral de Comercio, con el que podés recibir una compensación en aproximadamente 15 días tras presentar la documentación adecuada, gracias a la Ley de Seguros que ampara al comerciante", mencionó Gallotti.
Cuando el incidente involucra a terceros, como un vehículo que causa daños en la fachada de un local, el comerciante puede tener derecho a una indemnización. Sin embargo, la responsabilidad del conductor —o incluso la solvencia de su aseguradora— puede complicar y alargar los procesos. "
Tener la cobertura Integral de Comercio ampara y resguarda el patrimonio del comerciante, independientemente de lo que después pueda pasar o si hay otros responsables. Y a veces las compañías también pueden llegar a ser insolventes, y para no depender de un tercero, es importante que uno sea consciente y cuente con un seguro", recomendó
Juan Manuel Tito, Director Comercial de Patrimoniales de National Brokers.
Un mito común entre los dueños de pequeñas y medianas empresas es que el
Seguro Integral de Comercio es inaccesible. Sin embargo, estas coberturas no solo están disponibles para grandes compañías, sino que también las pymes pueden contratar esta protección. "
Buscamos que nuestros clientes entiendan la importancia de estar asegurados y de crear una cultura de prevención. Porque aunque hoy no lo necesiten, el día de mañana podría ser crucial contar con esa cobertura", enfatiza Gallotti.
Para poner un ejemplo, en un negocio como un almacén o fiambrería, de hasta 50 metros cuadrados, una cobertura básica implica cuotas de $15.000 mensuales, e incluye protección frente a Incendio Edificio, Contenido, Responsabilidad Civil Comprensiva y Linderos y Cristales. Si a eso le suman las coberturas de Robo de contenido, mercadería o valores en caja, la suma puede ascender a $35.000, aunque varía de acuerdo a las sumas aseguradas elegidas y acordes al riesgo. Existen productos que además pueden incluir coberturas como pérdida de frío para las mercaderías ante incendio o paralización de instalaciones, interrupción de la actividad por incendio con cobertura para gastos fijos, sueldos y jornales (de hasta $ 5 millones) y su costo mensual ronda los $50.000.
Otro ejemplo podría ir de la mano de un pet shop, de 100 metros cuadrados, con una opción básica de cuotas que van desde $30.000 y una cobertura avanzada con cuotas desde $40.000, que adiciona granizo, valores en caja fuerte y/o cajón mostrador y aumenta la suma asegurada en cristales. Igualmente los especialistas sugieren realizar una cotización a medida para una respuesta adecuada ante un siniestro.
En un contexto donde la continuidad del negocio depende tanto de la preparación como de la capacidad de respuesta, tener un seguro adaptado a cada necesidad y riesgo se convierte en una inversión clave que protege, respalda y permite que el negocio siga adelante incluso si se cumple la Ley de Murphy.
¿Qué te pareció esta campaña?