En su columna, Martín Berretti, docente de la Tecnicatura en Periodismo Deportivo de UADE analiza el fenómeno del 10 argentino que debutó en el Inter Miami y rompió récord de audiencia en el fútbol de ese país. El suceso puede cambiar la historia del deporte en EEUU.
Por Martín Berretti, docente de la Tecnicatura en Periodismo Deportivo de UADE.
El 10 argentino debutó en el Inter Miami y rompió récord de audiencia en el fútbol de ese país. El fenómeno que puede cambiar la historia del deporte en Norteamérica.
Lionel Messi llegó al Inter Miami luego de conseguir cada objetivo grupal o personal que se planteó a lo largo de su carrera: Champions League, torneos locales, trofeos individuales -con siete Balones de Oro incluidos-, hasta la Copa América y el Mundial con la Selección. Quizás tan difícil como todos esos logros es el que tiene por delante tras su arribo a la MLS: que cuando un estadounidense diga ‘fútbol’ piense en 22 jugadores con una pelota redonda y no con una ovalada, esquivando tacles y festejando touchdowns.
El argentino firmó con el equipo de David Beckham en lo que implicó un vuelco en la manera de encarar el tramo final de su etapa como profesional. Lejos de las principales ligas y las grandes competencias, a los 36 años, el 10 buscó tranquilidad familiar, nuevas intenciones comerciales y un menor nivel de exigencia deportiva. Algo de todo eso se percibió en su debut ante Cruz Azul y el posterior partido frente al Atlanta United, ambos por la Leagues Cup. Evidentemente, la competitividad no la dejó de lado cuando ingresó y convirtió el gol de la victoria ante el conjunto azteca y sumó dos tantos y una asistencia en el 4 a 0 sobre el equipo de Thiago Almada.
El debut a lo Hollywood de Leo significó mucho más que verlo feliz y rodeado de su familia y de estrellas norteamericanas que no quisieron perderse un momento emblemático en el deporte mundial. Además, implicó un récord de audiencia para Apple TV -dueño de los derechos del certamen- y, sobre todo, para el fútbol en Estados Unidos. Con 12.5 millones de espectadores en cualquier plataforma de manera oficial, se trató de uno de los eventos deportivos más vistos del último tiempo en ese país; 100 mil personas más que las que estuvieron pendientes de las finales de la NBA en 2022 entre Boston y Golden State, uno de los deportes más populares de la nación.
De todas maneras, la euforia por Messi todavía está lejos de transformar el soccer en fútbol para los locales: el último Super Bowl tuvo más de 115 millones de espectadores que disfrutaron no solo del triunfo de Kansas City frente a Eagles Filadelfia, sino también del siempre atractivo show de medio tiempo que brinda la NFL con artistas de renombre, como Rihanna. Aunque ver que Lebron James y Serena Williams se hicieron presentes en el Pink Stadium de Miami permite imaginar un crecimiento en las métricas de los espectáculos que brinde el ex Barcelona y PSG en el Inter.
Para empezar, la puesta en escena estuvo a la altura de las producciones de ese nivel, con 18 cámaras, retransmisiones en inglés y español, sets en campo de juego y más. Sin embargo, el ritmo de la transmisión todavía debe ajustarse al del fútbol, que requiere un nivel de atención mayor al del básquet o el fútbol americano, además de tener menos estímulos y descansos.
El desafío eterno de la MLS
El primer show de Messi fue todo un éxito para el fútbol de Estados Unidos en términos de audiencia, aunque el desafío será mantener el interés del público local a lo largo de la temporada, más allá de que se sabe que habrá cada vez más seguidores del Inter de Miami en todo el planeta. Es que Estados Unidos ya contó con figuras impactantes del fútbol en otras épocas: desde Pelé en la década del 70´ para el extinto New York Cosmos, hasta el propio Beckham en LA Galaxy, pasando por Kaká, Lampard y Zlatan Ibrahimovi?. Si bien la llegada de las estrellas generó gran repercusión local, la atención desapareció con el tiempo y continuó con las disciplinas más tradicionales por esas tierras.
El nombre propio del vigente campeón del mundo, claro, tiene otro peso que el de los ejemplos anteriores, a excepción quizás de Pelé, en otro momento mediático de la historia. Por eso, la apuesta de la MLS ahora es generar un enamoramiento permanente entre los norteamericanos y el fútbol, de cara a la realización del Mundial 2026 del que Estados Unidos será sede junto a México y Canadá. Y si Messi no puede, ¿entonces quién?