Según una encuesta de Bumeran, el 67,1% de los consultados realiza un balance cuando finaliza el año. Más de la mitad (32,5%) se impone metas realistas para el año que se inicia, un 13,9 % se plantea grandes objetivos y, finalmente, el 3,2% restante prefiere vivir el día a día sin planificaciones.
A partir de este balance, más de la mitad de los consultados (50,4%) piensa en su panorama laboral y, según el mismo, proyecta qué va a hacer durante el año.
Al momento de hablar de las metas específicas, el 62% explicó que sus planes se basan en un crecimiento profesional. El resto manifestó que sus intereses se centran en obtener un nuevo trabajo (38,1%), una mejor remuneración (32,5%), adquirir más responsabilidades (13,3%), cambiar el rumbo profesional (11,2%) y el conseguir un ascenso (7,6%).
Del universo total de los encuestados, la mayoría (86,5 %) quiere cambiar de trabajo este año. Las principales razones que impulsan esa decisión se basan en conseguir un trabajo que les permita un crecimiento profesional (58,6%) y una mejoría salarial (47%). En menor medida, también, plantearon que la necesidad de conseguir un puesto relacionado a sus estudios (20,4%) y un trabajo más desafiante (13,3%) estaba entre sus motivaciones.
Con respecto a quienes no tienen en mente cambiar de trabajo (13,5%), su decisión se basa en que tienen posibilidades de crecimiento (37,1%), se encuentran en un trabajo nuevo (26,7%), están cómodos en su entorno laboral (20,9%) y el resto justifica que está contento en su lugar de trabajo (17,1%) y que percibe un buen sueldo (8,9%).
A la hora de plantearse nuevas metas laborales para el año entrante, un 31,9% respondió que ellas se relacionan con la compañía en la que se encuentran, mientras que un 68,1% explicó que son afines a su profesión en general e intenta cumplirlas más allá del lugar en el que trabaje.
Para cumplir los objetivos, más de la mitad comentó que no tiene un plan de acción, sino que actúa según el contexto que lo rodea (62,4%). Sin embargo, un 22,9% respondió que arma un plan de acción que intenta concretar e, incluso, un 14,6% elabora una estrategia de largo pazo.
Con respecto a las tendencias globales que rodean al mundo laboral, un 50,7% manifestó que le resulta imprescindible estar a tono con lo que sucede para adaptarse a los cambios y necesidades, un 35,6% dijo tenerlas en cuenta, pero preocuparse particularmente por aquellas que están relacionadas a su profesión, un 13,6% aseguró no preocuparse por ellas sino por su carrera y por lo que le interesa más allá de lo que suceda a su alrededor.
El salario, en muchas ocasiones, es determinante tanto para elegir un empleo como para permanecer en él. El 55,4% de los consultados aseguró considerarlo un factor concluyente en cualquier proyección. El 44,6% restante declaró no creer que fuera la variable principal, sino que existen otras que influyen tanto como la remuneración, por ejemplo, los beneficios o las posibilidades de crecimiento.
Dado que en muchos casos el ámbito personal se entremezcla con el laboral, hay quienes toman sus decisiones profesionales teniendo en cuenta las opiniones de su familia o amigos. El 41,1% aseguró que sus seres queridos influyen en la toma de decisiones y un 25,3% explicó que sus determinaciones afectan a quienes los rodean y que, por esa razón, las toman en conjunto. De todos modos, un 33,6% declaró que resuelve sin considerar quien esté a su lado.
Lo cierto es que quienes respondieron la encuesta fueron muy optimistas, ya que el 52,8% afirmó que cumplirá todas sus metas y el 44,8% que era muy posible que lo hiciera. Tan sólo un 2,4% respondió que no cree poder lograrlo.